Preámbulo a la nueva Orden IET/2195/2015, de 15 de octubre, por la que se aprueban las bases reguladoras de la concesión de ayudas para Escuelas de Hostelería, en el marco del Plan Nacional Integral de Turismo.

La fortaleza de la industria de la hostelería y turismo como sector productivo, generador
de empleo y bandera de la Marca España ha quedado probada en momentos de crisis
económica, y su actividad ha dado lugar a una industria consolidada y tradicional, y al mismo tiempo de futuro y estratégica para nuestra economía y el bienestar de nuestra sociedad.
Sin embargo, existen una serie de amenazas fruto del entorno cada vez más competitivo. Algunas de ellas son la baja cualificación de los profesionales del sector, el intrusismo profesional, la falta de inversión en formación, la temporalidad, entre otras.
España es una potencia turística, líder mundial que aspira a alcanzar las cotas máximas en la calidad y excelencia de los servicios turísticos, de forma que sea la calidad lo que diferencia nuestros productos y servicios. En el entorno actual la estrategia no puede ser competir en costes, sino reposicionar el producto otorgándole un valor añadido, como es la excelencia en la calidad del servicio en toda la cadena del producto turístico.
Se hace necesario fidelizar al turista, y ello solo se puede conseguir con la calidad de
los servicios que recibe, respondiendo adecuadamente a la demanda de un turista prescriptor y conocedor de los servicios que demanda.
La hostelería es el escaparate que el turista ve cuando llega a un destino, es su primera toma de contacto con el país y su primera impresión le marcará para siempre. Las Escuelas de Hostelería tienen la misión de contribuir a la Marca España de manera
relevante, a través de los procesos formativos, aquellos que son reglados y dan la
oportunidad de comenzar una carrera profesional y también aquellos otros que perfeccionan, actualizan o incrementan los conocimientos concretos.
Las Escuelas de Hostelería y Turismo responden de manera desigual a las necesidades
de las empresas frente a los retos y oportunidades a los que se enfrenta el sector. Pero la
oferta de calidad debe identificarse y consolidarse para garantizar la solidez del sector, de
forma que de ellas salgan jóvenes profesionales en una posición más favorable de empleabilidad y desarrollo profesional.
Las Escuelas significan una formación desde el origen y su labor es crítica como salida
profesional y opción de empleo. Deben ser el germen de prácticas con compromiso laboral para restaurantes y hoteles nacionales e internacionales.
Teniendo en cuenta estos factores, entre otras circunstancias, por Acuerdo del Consejo
de Ministros, de 22 de junio de 2012, fue aprobado el Plan Nacional e Integral de Turismo
(PNIT), que incluye entre sus objetivos el incrementar la actividad turística y su rentabilidad y generar empleo de calidad; y señala como uno de los instrumentos para la consecución de los objetivos el impulso al conocimiento, el emprendimiento y la formación. Consecuente con ello, la medida 28 del PNIT es la adecuación de la oferta formativa y la investigación a la demanda empresarial.
Para poder alcanzar este objetivo, desde la Secretaría de Estado de Turismo se ha
decidido llevar a cabo la puesta en marcha del programa ayudas a escuelas de hostelería
para que se adecuen a la realidad del mercado y den respuesta a las necesidades
formativas reales.
El objetivo último de las ayudas es el impulso a la calidad del sector turístico español
a través de la calidad de la formación. Por tanto, la regulación normativa y la ejecución de
las subvenciones relativas a la mejora de los programas de las escuelas de hostelería,
corresponde al Estado por inscribirse en las competencias que le atribuye el
artículo 149.1.13.ª de la Constitución Española.
Estas ayudas garantizan a nivel nacional la oportunidad de acceso de cualquier estudiante de las Escuelas de Hostelería a una formación de una calidad superior y, por tanto, que el sistema económico en su conjunto se beneficie de unos estándares más elevados. Ello redundará en una mejor y más homogénea percepción de la calidad en el servicio prestado por parte de los turistas, en definitiva, a una mejor imagen de marca como destino-país.
Si esta información es de tu interés y estás interesado en conocer todos los pormenores de esta nueva normativa en este enlace tienes el articulado del BOE y, como siempre, nos tienes a tu disposición en el teléfono 952 88 69 89 para ayudarte a iniciar tu nueva actividad en el mundo de la hostelería.

Hipotecas y los tipos variable, fijo o mixto. ¿Cuál de ellas conviene más?

La guerra de hipotecas no parece que se vaya a acabar. ING Direct ha rebajado el diferencial de su Hipoteca Naranja hasta el 0,99%. Por su parte, Bankinter acaba de apostar por una hipoteca a tipo mixto con un diferencial inicial desde el 1,95% el tipo fijo. Las hipotecas a tipo fijo también siguen pulverizando intereses a la baja. Bankinter cuenta con una al 2,05% y Kutxabank, al 2,50%. Así, entre tanta oferta y con un mercado inmobiliario en recuperación (subió un 13,9% en julio)… ¿por cuál decantarse?.

Para elegir entre hipoteca a tipo fijo o variable, nuestra asesora fiscal recomienda plantearse a qué nivel estará el euríbor en los próximos 20 o 30 años, ya que el indicador cerrará septiembre en el 0,15%, sin embargo puede no permanecer en esta zona siempre. Así, si creemos que no superará el 2% lo más recomendable es una a tipo variable. Por contra, si esperamos que supere esta media la mejor opción es a tipo fijo.

En cualquier caso, desde Two Asesores consideramos que para decir que una hipoteca variable es barata en 2015, no debe tener un diferencial superior al 1,5 %, y para poder decir que una hipoteca fija es competitiva, su tipo a 20 años no debería superar el 3,5 %.

En cuanto a las hipotecas a tipo mixto, que aplican un interés fijo durante los primeros 5, 10, 15 o 20 años y, después, un interés variable referenciado normalmente al euríbor, suelen tener más desventajas que ventajas.

Entre las ventajas de este tipo de hipoteca, encontramos que el cliente puede decidir durante cuántos años pagará el interés fijo, y también que los seguros asociados al préstamo no son más que en las hipotecas a tipo variable.

Las desventajas son algunas más. Para empezar, las hipotecas a tipo mixto suelen tener una comisión de apertura sobre el 1 % que no encontramos en las hipotecas a tipo variable y que nos harán pagar 1.000 euros por cada 100.000 de hipoteca nada más firmar. Un dinero más que considerable. Además, si el cliente pretende cambiar su hipoteca de banco durante los años a tipo fijo, deberá pagar una comisión de compensación por riesgo de tipo de interés de entre el 0,75 % y el 5 % del capital pendiente, es decir, entre 750 y 5.000 por cada 100.000 de deuda, dependiendo de la entidad.

Pero el punto negativo más destacable es que estas hipotecas no permiten que los clientes se beneficien del bajo euríbor actual. Según apunta nuestra experta «lo interesante para el cliente sería una hipoteca mixta pero al revés: que los primeros 5 o 10 años fueran a tipo variable, para aprovechar el bajo euríbor, y, después, cuando es más probable que los tipos y el euríbor hayan subido porque la economía se haya recuperado, pudiéramos pasar a un tipo fijo del 2 % o el 3 %».

Pero en términos económicos, ¿de qué cantidad hablamos? Según cálculos de estudios externos, una hipoteca de 150.000 euros a 30 años a euríbor + 1% está pagando una cuota mensual de 494 euros, mientras que si pagamos un fijo inicial del 1,95 %, que es el más barato del mercado, ya pagamos 551 euros de cuota, es decir, 57 euros más al mes y 684 euros más al año. Eso sí, la operación puede resultar a cuenta si el euríbor escala a niveles del 2%-3% en los próximos años.

En cualquier caso un estudio pormenorizado de las alternativas concretas se revela como fundamental. Por eso os recordamos que en Two Asesores tenemos un equipo fiscal que os asesorará a la hora de pedir un préstamo para elegir la alternativa más beneficiosa para vuestros bolsillos.